Las opiniones del actor argentino Ricardo Darín

Clase de conversación, Español nivel C1. Las opiniones del actor argentino Ricardo Darín vienen generando polémica en las redes sociales. Vamos a entender de qué se trata: te invitamos a discutir y compartir ideas.

Entrando en el tema

Responde:

  • ¿Te gusta el cine? ¿Qué tipo de películas te gustan?
  • ¿Qué sabes sobre Ricardo Darín? Averigua más aquí. 
  • ¿Has visto alguna de sus películas?
  • ¿Crees que los actores/actrices deben opinar sobre política y cuestiones sociales?
  • ¿Consideras que ellos tienen una responsabilidad porque representan un modelo para las personas?

Vemos el video

Mira el video y presta atención a las ideas principales. El entrevistador no entiende muy bien la actitud de Darín frente a determinada propuesta que le hicieron. Explica de qué se trata, cuál es la posición de Darín y por qué el entrevistador no lo comprende.

Después de ver el video

¿Qué harías tú en una situación similar? ¿Rechazarías una oferta tentadora?

Leemos y comentamos fragmentos de una entrevista a Darín

-¿Qué rincones de la escuela preferías?

-Muchos rincones, porque el colegio Mariano Acosta era gigantesco. El laboratorio de química, que estaba medio vedado para nosotros porque era para los del secundario; el patio de deportes donde jugábamos al handball, que terminaba en un gallinero con patos y gallinas. Ahí estaba la casa de alguno de los porteros. Desde el patio se iba también al vestuario para deportes, que habían dispuesto en lo que era el microcine, y en donde hacíamos torneos de toda índole.

-Casi todos tus recuerdos están asociados con lo que pasaba afuera del aula.

-Nooo (entre risas). También me acuerdo de las clases de francés con madame Suzanne, de una calidez insuperable y de la que todos estábamos perdidamente enamorados. No me olvido la especie de shock que sufrí cuando me enteré de que estaba embarazada. Es que, hablando más en serio, a veces uno siente un interés natural por determinadas materias y otras veces es el profesor quien lo provoca con su magnetismo. Mi hijo me contó que uno de sus maestros asocia todo el contenido de su materia con lo futbolístico: «Es un capo», me dijo.

-Hablaste mucho más del primario que del secundario…

-Es que tengo afectivamente más presente la primaria. Hice el secundario en el Sarmiento, que era el camino obligado de los rebotados del Buenos Aires y del Pellegrini. Recuerdo con claridad la decepción que me produjo no entrar al Buenos Aires: fui a ver la nota y allí estaba un chico gordito que había ido por lo mismo. Los dos nos habíamos sacado 81 y festejamos porque era una nota alta, sin ver que había un cartel que decía que, dada la gran cantidad de inscriptos, el puntaje mínimo se había elevado a 82. Además, mi entrada a la secundaria coincidió con una época muy movilizada políticamente y con la separación de mis padres, y eso produjo un quiebre en mi vida. Me acuerdo en particular de la profesora de Geografía, Lescano, porque ella valoraba mucho que yo trabajara y ayudara a mi familia; entonces me perdonaba los incumplimientos y me ponía siempre como ejemplo: «Por qué no hacen como Darín que…» y los demás se morían de risa porque sabían que la cosa no era tan así. Y me usaban de intermediario cuando querían conseguir algo de ella.

-¿Alguna vez te hiciste la rata?

-¿Me estás cargando?… (risas). Deberías preguntar si hubo algún día en que entré a la escuela. El proceso de deterioro de mi atención escolar fue notable y no me parece muy digno de ejemplo. La calle empezó a llamarme mucho y mi interés por la secundaria era inversamente proporcional a mi pasión por el teatro. En la primaria hacerte la rata no tenía sentido, porque la pasábamos bien y, pese a ciertos días plomizos, me gustaba. Empecé a dejar de ir al colegio cuando dejó de gustarme. A veces la educación debería ser más entretenida, no estar tan encapsulada.

-¿Por qué abandonaste el secundario?

-La verdad, no sabría decirte exactamente. Lo dejé después de repetir tres veces tercer año, porque me quedaba libre por las faltas. Había empezado a trabajar con mayor fluidez y ese mundo me atrapó, además en casa necesitábamos de ese ingreso. Pero es una espina que me quedó atravesada; así que como Ricardo, mi hijo mayor, está pasando por la etapa en la que yo me quedé, hicimos un trato: » Te pido un favor -le dije- de acá en más, todo lo que te parezca que yo tengo que saber, avisámelo, y yo a cambio te cuento algunas experiencias».

-¿Experiencias con la actuación?

-No, le hablo de algo mucho más fácil: la vida.

-¿Qué es para vos la educación?

-El aprendizaje es un proceso que cruza la información con la constatación y eso no se produce necesariamente en un mismo lugar; puede empezar en uno y completarse en otro. Por eso creo en un proceso acompasado entre el colegio y las familias. Se puede ayudar a que el alma entre en armonía, y en eso la escuela tiene mucho que ver. Porque la educación no debe estar teledirigida hacia algún lugar; confío en los estímulos y en la confianza en uno mismo que te transmite alguien generoso. Todos tenemos capacidad y dependemos de cómo nos estimulan.

-¿Y la formación teatral?

-Yo no asistí nunca a ningún taller, seminario ni escuela de teatro. No tuve un aprendizaje basado en lo formal ni en lo técnico; sino a partir de la observación de aquellos que, con mayor o menor generosidad, me participaron del oficio. Yo siento como maestros a todos aquellos que alguna vez me permitieron aprender, aunque más no sea mostrándome algo o hablándome de lo que les pasaba. Mis padres eran muy queridos en el oficio, pero no me refiero a la farándula sino a los laburantes y justamente, fueron esas personas las que me dejaron respirar el oficio, muy pegadito a ellos. De modo que mi aprendizaje fue dándose de manera imperceptible, más bien sensorial. Así aprendés de las actitudes generosas y también de las que no lo son. Hay que agradecer a esas personas con las que no coincidís, porque te evitan perder tiempo, ya que te muestran rápida y claramente lo que no querés ser.

Judith Gociol (Fuente: El monitor)

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1 comentario en “Las opiniones del actor argentino Ricardo Darín”

  1. Hola, te agradezco mucho este espacio, hace dos años me dedico a enseñar Español a extranjeros, en este momento enseño a franceses y los recursos que tienes me han ayudado muchísimo. Muchas gracias y sigue adelante con tu trabajo, es muy interesante!

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