En esta entrada compartimos sugerencias para dar instrucciones claras y efectivas que los alumnos puedan comprender perfectamente.
Para comenzar, te propongo hacer una actividad de reflexión sobre tu práctica docente. Observa la forma en la que les das las instrucciones a tus estudiantes cuando les propones una tarea.
- ¿Crees que lo estás haciendo bien?
- ¿Te fijaste qué lenguaje has utilizado?
- ¿Cuál fue la estructura gramatical que empleaste para pedir que hagan la tarea?
- ¿Comprobaste si los alumnos habían entendido?
- ¿Cómo lo hiciste?
Tal vez hayas dado instrucciones claras y breves, utilizando un lenguaje sencillo y directo, hablando todo el tiempo en la L2 o lengua meta, es decir, has dado las instrucciones en español.
Veamos las estructuras que probablemente hayas empleado:
«…lo que vamos a hacer es.. leer…» –> ir + infinitivo
«Tenemos una ficha aquí… hay una persona…» –> presente
«Vamos a ver si comprendemos…queremos saber si vosotros tenéis los mismos intereses… vamos a hacer intercambio…» –> ir + infinitivo; presente.
«trabajáis juntos… por ejemplo Ana busca una compañera» –> presente
Puedes dar las instrucciones utilizando perífrasis verbal, infinitivos y presente. La forma de tratamiento que usas con tus estudiantes podría ser vosotros, si eres de España, ya que en ese país se utiliza vosotros como tratamiento informal para segunda persona plural. Pero podría ser ustedes en otros países.
Finalmente, podrías utilizar un procedimiento de verificación de la comprensión de las instrucciones por parte de los estudiantes:
«Bueno, primero, ¿qué vamos a hacer?» … «Después, ¿qué hacemos?»…
En síntesis, el objetivo es dar unas instrucciones comprensibles, que facilitan que los alumnos entiendan lo que tienen que hacer, siendo muy consistente con el abordaje comunicativo.
Cómo dar instrucciones efectivas en la clase de ELE
Algunos consejos importantes a la hora de dar instrucciones:
1. Procura que tus instrucciones sean claras y breves.
El problema con las instrucciones es que generalmente damos por sentado que todo estará bien y llegamos a la clase sin haber pensado mucho cómo vamos a explicar una actividad, y no nos damos cuenta del modo en que transmitivos las directrices.
Observa y hazte consciente de cómo das las instrucciones, porque muchas veces no nos detenemos a pensar sobre este aspecto; así podrás detectar si estás transmitiendo el mensaje con claridad.
Cuando se trata de una actividad complicada, divídela en partes para poder explicar una cosa a la vez.
2. Usa un lenguaje sencillo y directo, con frases cortas.
No utilices frases largas y rebuscadas. Cuanto más conciso sea el mensaje, mejor.
Hay que ir al grano, evitando comentarios desnecesarios o extenderse sobre algún punto que no tiene nada que ver en ese momento.
Si das instrucciones, concéntrate en eso, deja para después otros asuntos que no vienen al caso.
3. Utiliza el español todo el tiempo.
Esto es obvio, pero no lo quise dejar de mencionar porque he visto que muchos profesores dan instrucciones en la L1 de los alumnos (en portugués en Brasil) porque dicen que así es más rápido, que de lo contrario los alumnos no entienden, que lo importante es hacer rápido la actividad, y otras excusas que en realidad reflejan falta de entrenamiento del profesor.
Las instrucciones son parte de la actividad; es una excelente oportunidad de practicar la comprensión oral en forma comunicativa, ya que los alumnos tienen una razón real para entender lo que el profesor dice (entender lo que hay que hacer).
Si les hablamos en otro idioma que no sea el que estamos enseñando, hacemos que después sea más difícil que hablen en español al iniciar la actividad porque su mente ya se desconectó del español.
En los cursos para profes de ELE enseño todos los fundamentos metodológicos de este abordaje, además de estrategias y técnicas prácticas para crear un entorno de inmersión en español en el aula, ya sea en clases online o presenciales.
4. Planifica las instrucciones.
Puede parecer muy fácil dar instrucciones, pero, ¿no te ha pasado que en el momento de darlas te confundes y terminas haciendo un lío?
Uno se enreda, comienza por el final, después tiene que volver atrás… Para evitar esto, planifica, anota las frases que vas a usar, ensaya antes de la clase.
5. Piensa antes qué lenguage usarás.
Es mejor decidir antes que forma de tratamiento emplearás con tus alumnos, y que estructura utilizarás al dar los comandos, así podrás ser consistente y mantener siempre la misma forma para no confundir a tus alumnos.
Yo generalmente utilizo tú / ustedes, que son las formas empleadas en América Latina. Cuando utilizamos lenguaje repetitivo, el mismo resulta muy memorable y los alumnos lo aprenden muy rápido; usa este hecho a tu favor.
Si eres profesor no nativo, ten especial cuidado, recordando mantener la concordancia entre pronombres, verbos y otras partes de la oración.
Si utilizas el imperativo, considera que una cosa es hablarle a un alumno individual (haz, dime, escribe, piensa, comenta) y otra es cuando le hablamos a todo el grupo (hagan, díganme, escriban, piensen, comenten). Evita los errores tipo: Pedro, haga tu tarea y después…
6. Verifica la comprensión de las instrucciones.
Tal como hemos visto en el video, es muy importante comprobar que los alumnos han entendido. No hay una pregunta más inútil que esta: ¿entendieron?
Generalmente escucharemos un ¡Síííííí!!! Nadie dice que no entendió, pero después a la hora de comenzar la tarea se miran entre ellos con cara de perplejidad.
La técnica para verificar la comprensión consiste en hacer preguntas como estas:
¿Van a trabajar en parejas o en forma individual? ¿Van a escribir las respuestas o lo van a hacer oral?
Eso permite que los que no habían entendido tengan una segunda chance.
También podríamos recurrir a la traducción para este objetivo, pidiéndole a un alumno que diga qué hay que hacer en su L1.
7. Demuestra las instrucciones.
Esta es una técnica para facilitar la comprensión; consiste en demostrar lo que hay que hacer. Por ejemplo, el profesor puede hacer un ejemplo con uno de los alumnos delante de todo el grupo, mostrando así el diálogo que quiere que hagan entre ellos; de esta forma los demás observan cómo se hace antes de que comience la actividad.
Esto es importante sobre todo cuando llevamos a clase una actividad nueva.
A veces la duda de los alumnos es en cuanto a la mecánica de la actividad en sí, otras veces es sobre el lenguaje que van a utilizar.
Por eso es bueno mostrar de manera clara un ejemplo de lo que se espera. Las técnicas de andamiaje también ayudan mucho en este sentido.
Y por supuesto, combinarlo con los pasos anteriores: 1) dar instrucciones – 2) verificar – 3) demostrar.
8. Apóyate en el lenguaje no verbal.
Utiliza gestos, mímica, ilustraciones, dibujos, todo lo que te pueda ayudar para que te comprendan.
Recuerda que las instrucciones más difíciles de dar son las de un nuevo tipo de actividad que los alumnos nunca han hecho; una vez que estén familiarizados con la actividad será mucho más fácil que comprendan lo que hay que hacer.
También puedes referirte a otra actividad similar que ya conocen para facilitar la explicación.
Espero que estos consejos te ayuden en tu día a día. Te invito a comentar y contar alguna técnica que has usado o que se te ocurra sobre este tema: ¿Cómo das las instrucciones en tus clases? ¡Gracias por compartir!