Ideas para no ser un profesor aburrido

¿Pasas por ciclos de motivación durante el año lectivo? Supera los típicos «bajones» de entusiasmo con estas ideas para no ser un profesor aburrido.

(Esta entrada, originalmente publicada en Espanhol na Rede el 10.12.2010, fue migrada para este sitio el 27.02.2021)

Todos los profesores pasamos por ciclos de motivación: comenzamos el año con toda la energía, luego vamos decayendo y tenemos que hacer algo para renovar nuestras ganas de dar la mejor de las clases todos los días.

Además, es esencial que estemos motivados para poder transmitir entusiasmo a nuestros aprendientes. La profesión del docente tiene algunas características diferentes que pueden ser las responsables por la motivación cíclica y los típicos «bajones» que sentimos durante el año:

La profesión de la caja de huevos

Es una profesión solitaria. Estamos rodeados de alumnos todo el tiempo, claro, pero, ¿y el contacto con nuestros colegas? Con suerte, una vez cada dos meses nos reunimos para alguna reunión.

Por eso es que nuestra profesión fue llamada por Dan Lortie como «la profesión de la caja de huevos» («the egg carton profession”, 1975), porque cada profesor trabaja en su salón de clases, aislado de los otros profesores, sus pares.

Esa falta de interacción con los colegas, de la posibilidad de trabajar juntos, es un elemento que contribuye a bajar la motivación. Somos seres sociales.

Resultados no inmediatos

El fruto de nuestro trabajo no se ve en forma inmediata, es un trabajo de hormiga que se hace poco a poco día a día. El reconocimiento y el resultado positivo vienen a largo plazo.

Un día veremos a los aprendientes alcanzando sus objetivos, salvando exámenes, mejorando de empleo gracias al nuevo idioma que dominan, sintiéndose mejores personas… Pero en lo cotidiano de la profesión hay que saber poner el granito de arena sin expectativas, sin depender de resultados.

Por estas dos razones mencionadas, la falta de contacto con nuestros pares y los resultados no inmediatos, se hace necesario fortalecer el aspecto social, la interacción con los colegas, lo que se puede lograr con algunas de estas acciones:

Participar en conferencias, seminarios y lanzamientos de libros para profesores;
Participar y promover reuniones de profesores en la institución donde trabajamos;
Conversar con los colegas, intercambiando información y experiencias;
Crear proyectos en colaboración con otros profesores.

Materiales y recursos

Otra cosa que desmotiva muchísimo es la falta de variedad o la falta de oportunidades para ejercitar nuestra creatividad. Muchas veces trabajamos en entornos donde no tenemos acceso a recursos didácticos, tecnología o elementos que nos permitan aportar novedad a las clases.

Con mucha razón, nos quejamos y creemos que es la institución quien nos debe proporcionar estos insumos. Pero, en realidad, cuando nos resignamos y aceptamos estas condiciones estamos renunciando a nuestro propio desarrollo profesional.

Entonces, propongo no dejar que esto pase y seguir realizando el esfuerzo de renovación, porque en realidad lo estamos haciendo por y para nosotros mismos.  Para estar siempre interesados por nuestra profesión y renovarnos siempre, podemos:

  • Crear nuestros propios materiales para usar en clase, a partir de catálogos de supermercados, folletos, o diversos objetos.
  • Visitar jugueterías: nos pueden dan inspiración para crear nuevos juegos en clase, además de tener artículos que se pueden adaptar fácilmente a nuestras actividades (juegos de mesa, frutas y verduras de plástico, objetos diversos para trabajar vocabulario, entre otros).
  • Visitar librerías especializadas, navegar en Internet, procurando estar al tanto de las últimas novedades.
  • Suscribirse a publicaciones especializadas.
  • Renovar periódicamente nuestros materiales didácticos.
  • Mantener un archivo ordenado de los materiales; si es posible, organizar una biblioteca junto con otros colegas de forma que todos tengan acceso al material en forma práctica.

 

Nuestra actitud en clase

También podemos tomar algunas actitudes en la clase que nos permitirán disfrutar más de lo que hacemos, tanto a nosotros como a los estudiantes:

  • Siempre entrar en la clase con una actitud positiva (dejando de lado los problemas personales);
  • Ser impredecible, intentando presentar cada tópico de una forma diferente;
  • Hacer las actividades sin seguir el orden en que son presentadas en el libro;
  • Transformar algunos ejercicios aburridos en juegos;
  • Hacer que los estudiantes tengan un rol activo en la clase, pues si no participan se aburren (por ejemplo, delegando tareas que son «del profesor», como operar el equipo de audio, escribir en el pizarrón, incluso conducir algunas actividades);
  • Dejar que los aprendientes se levanten, se muevan o caminen en la clase mientras hacen algún ejercicio;
  • No hablar de forma monótona, cambiar el tono de voz de vez en cuando; esto atrae el interés;
  • Siempre terminar la clase con una actividad divertida (de esta forma los estudiantes quedarán interesados y ansiosos por venir la próxima clase);
  • Colocar un límite de tiempo para todas las actividades (no pedirles trabajar en actividades que duran demasiado);
  • Tomar en cuenta las ideas sugeridas por ellos (cuando hacen lo que quieren hacer, trabajan mejor y aprenden más).

Algunas posibilidades para renovar nuestro repertorio de actividades:

  • Fiestas, celebraciones y festivales
  • Fantasías guiadas
  • Clases de cocina
  • Actividades al aire libre (clases de gimnasia)
  • Clases filmadas
  • Canciones y obras de teatro
  • Búsqueda del tesoro
  • Día del karaoke
  • Mímica
  • Acampar en el patio del colegio
  • Encuentros con estudiantes de otras escuelas
  • Competencias

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Estoy segura de que tú tienes muchísimas ideas más. Dímelas y las agrego a la lista…espero tu comentario!

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2 comentarios en “Ideas para no ser un profesor aburrido”

  1. Yo tengo algunas sugerencias: cada día un alumno hace una lectura, presenta un trabajo; pedir que los alumnos busquen nuevos títulos recién lanzados; realizar debates en sala dividiendo la clase a favor y en contra; realizar paseos en conjunto; intercambiar experiencias; tratar de aprender de los alumnos; estimular la investigación, la escritura y la lectura; escribir y publicar artigos en conjunto.

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